domingo, 15 de noviembre de 2009

pintura

Nota: Esta es una practica para la universidad de Sonora



El arte y la pintura de hoy día

El arte actual, desde las últimas décadas del siglo pasado, está en una situación de transformación, tanto en el plano teórico como en el práctico. Como otros aspectos de la sociedad, los criterios por los que se regía hasta ahora han cambiado radicalmente. Entre los factores que han propiciado este cambio podemos citar: el impacto de las nuevas tecnologías; la aparición de nuevos medios electrónicos de expresión; la incorporación masiva de la mujer al ámbito creativo; las nuevas formas de relación personal; la aceptación de la diversidad socio-cultural; y el reconocimiento de la homosexualidad. Todo esto se refleja en los temas que tratan los artistas y en los medios que utilizan. Todo vale con tal de impactar o conectar con el público. Frecuentemente el artista abandona toda reflexión intelectual en favor de la originalidad y la creatividad. Como dice Karl Ruhrberg, "a veces, la distancia entre la ambición filosófica y teórica de una obra de arte y la banalidad de su plasmación llega a ser tan grande que llega al absurdo".

La pintura actual no escapa a esta situación. La distinción entre abstracción y objetividad es ya algo anacrónico. Todo vale, desde la pintura estrictamente conceptual y radical, hasta la "pintura por la pintura" más elemental y las configuraciones eclépticas. No ha cristalizado ninguna tentativa innovadora y de momento este tradicional medio artístico parece que está agotado.

CARACTERÍSTICAS

- Ausencia de un discurso artístico predominante.

- Ausencia de una personalidad artística dominante, comparable con un Picasso, un Pollock o un Warhol.

- Pérdida de la homogeneidad.

- Intento de conectar con el público a toda costa.

- Preocupación por lo real (el arte intenta implicarse en el mundo, olvidando su ensimismamiento).

- Apertura a asuntos de la vida (sexo, muerte, agresividad).

- Frecuentemente temática de denuncia (opresión de la mujer o de las minorías, problemas raciales, lucha contra el sida...).

- Especial atención hacia el cuerpo humano y la sexualidad.

- Gran diversidad estilística, desde el realismo a la abstracción serial, del surrealismo a la pintura pura elemental.

- En general, eclepticismo en estilo y técnica, nomadismo y fragmentación.


INFLUENCIAS
De las nuevas tecnologías; del posestructuralismo francés; del postfeminismo; del arte de décadas pasadas; de la moda, el diseño, el cine y la publicidad.

http://www.enerxia.net/xart/documentacion/pinturaDeHoy.htm





Los Grandes Pintores Mexicanos

problematica del arte no reconocido.

Los Grandes Pintores Mexicanos
La plástica mexicana ha sido muy afortunada y prolífica, desde inicios del siglo XX pintores, escultores y fotógrafos incluso, tuvieron la capacidad de interpretar acontecimientos políticos, sociales, económicos, y sobre todo crear estilos propios que dieron un sello único al arte mexicano.

La pintura mexicana en particular, ha vivido diferentes momentos representativos con artistas cuya propuesta no sólo se centra en su estilo y temáticas, sino en el abanderamiento de ideologías que se llevaron a todos los contextos de su vida.

José María Velasco, nacido en el Estado de México, es uno de los pintores y paisajistas reconocido por su inspiración en el México campirano provincial, al que aprendió a pintar con mucho esfuerzo debido a sus carencias económicas. Sin embargo, Velasco logra ingresar a diversas escuelas de arte de las que obtiene la definición técnica del dibujo que sostendrá el resto de su carrera para ofrecer obras como “Un Paseo en los Alrededores de México”, de 1866, “El Panorama del Valle de México, 1875”, “México”, 1877, “Paisaje de Metlac”, de 1881, “Hacienda de Chimalpa” de 1883.

Velasco también se interesó por otras temáticas, como la vida marina, temas que corresponden a las pinturas “Evolución de la vida marina”, Evolución de la Vida Continental”. Murió en 1912 siendo hasta entonces uno de los mejores paisajistas reconocidos en México y en el mundo.

Posteriormente ya en el siglo XX, el muralismo mexicano predomina como expresión artística en las primeras décadas, el que sin duda está profundamente influido por la Revolución Mexicana y la propuesta de una identidad nacional.

El lenguaje pictórico que los muralistas asumieron, debía ser coherente con la finalidad de reivindicar a las masas populares, no se trata de un lenguaje abstracto, sino realista, accesible a la comprensión de cualquiera que viviera dentro y fuera del México posrevolucionario.

Entre los más destacados pintores mexicanos se encuentra José Clemente Orozco. nacido en 1883, tomó el camino de la pintura después de haber sido caricaturista en publicaciones emblemáticas de la época como El Hijo de Ahuizote; fue después acuarelista, dedicándose a alternar diversas técnicas que conjuga finalmente la pintura mural. (foto: chadly)

Entre sus cuadros de gran tamaño se encuentran “Las últimas fuerzas españolas evacuando con honor el Castillo de San Juan de Ulúa” de 1915, en la que todavía no encontraba el estilo propio, pero sí el interés que lo acercaría a las temáticas revolucionarias y nacionalistas, como las que produjo cuando se acercó a otros pintores como Diego Rivera y Siqueiros. Nace con esa unión ideológica el muralismo mexicano interpretando y creando para las masas populares, con una fuerte tendencia de crítica social y de izquierda. Aportó su obra creativa a sitios como la Escuela Nacional Preparatoria con “Cortés y la Malinche”, los frescos de la Biblioteca Baker en New Hampshire. Destacan entre sus obras de menor dimensión “El Combate”, 1920, “Cristo Destruye su Cruz”, de 1943.

Realizó murales en California como Prometeo de 1931, y en New York en la New School for Social Research, en las que muestra la influencia del barroco en creaciones de verdadero dramatismo. Son de extrema fuerza y belleza los murales del Hospicio Cabaña en Guadalajara y los que realizó en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. Le pertenecen también los murales de la Suprema Corte de Justicia, tal como “La justicia”, y finalmente, “Alegoría Nacional” de la Escuela Nacional de Maestros.

También nacido en el siglo XIX, (1886), en Guanajuato, Diego Rivera es uno de los personajes emblemáticos del muralismo. Tuvo una formación académica en San Carlos, continuando sus estudios en Europa, de donde regresó una vez influenciado por el cubismo y el realismo. Pero Rivera no se queda en la mera influencia de las corrientes europeas, ya que propone una tendencia compositiva hasta entonces no vista. Rivera es también un artista comprometido con el comunismo, al que representó mucho tiempo y del que tomó el interés por las causas sociales, adquiriendo una visión estética que lo llevó a pintar murales con escenas de la vida nacional, tratando de reivindicar siempre a las clases populares y la belleza rural. (foto: Libbyrosof)

Al lado de Rivera, pero con independencia artística siempre se encuentra Frida Kahlo. Nacida en Coyoacán en 1907, desde sus primeros intentos en la pintura se caracterizó por composiciones referidas a ella misma. Frida fue siempre el tema central de su obra, ya que su vida se transforma en la vivencia cotidiana y difícil de limitaciones físicas que fueron volviéndose más graves. La sensibilidad de Kahlo enmarcó una obra llena de sentimiento, metáforas y encuentros consigo misma y su dolor. (foto: Libbyrosof)

Entre su prolífica obra se encuentran, “Autorretrato con Traje de Terciopelo”, 1926; “Frida Kahlo y Diego Rivera”, 1931; “Autorretrato con Collar”, 1933; “Diego en mi pensamiento”, 1933, “Frutos de la Tierra”, 1938; “Las dos Fridas”, 1939, “Raíces, 1943”.

José Luís Cuevas es otro de los grandes pintores mexicanos, cuyas dotes se extienden hacia la escultura, la ilustración, y el grabado. Cuevas marca otra corriente artística que intencionalmente trata de romper con el muralismo mexicano. Esta tendencia a la visión histórica-social y nacionalista que caracteriza a la pintura de la primera mitad del siglo XX, habrá de encontrar un corte en la figura del pintor.

Las temáticas de José Luis Cuevas recaen en un contenido individualista, incluso personal, respecto a la naturaleza humana. Él hace un retrato de los lados más oscuros y temidos del ser humano; se concentra en temáticas como la muerte, el deterioro físico, pero también el deterioro mental y el espiritual, de ello emergen grabados que muestran a seres grotescos, retorcidos, desvirtuados, que finalmente pertenecen también a la humanidad. A José Luis Cuevas no puede caracterizársele en un solo arte, ni corriente artística, aunque muchos califican su arte de expresionista.

Otro gran pintor mexicano con gran renombre y trascendencia en el arte mexicano es Rufino Tamayo, y también forma parte del extraordinario arte oaxaqueño el gran Francisco Toledo.



http://www.explorandomexico.com.mx/about-mexico/5/5/